GERALDS: UN BAR CON PERSONALIDAD

Haciendo esquina entre la calle Iparaguirre y la calle Nueva, encontramos este pequeño bar en el barrio de Gros. Sus cortinillas blancas, su luz tenue, su madera oscura, las velitas sobre las pequeñas mesas redondas envueltas con manteles blancos lo caracterizan. No es un bar moderno, ni tampoco de toda la vida. El Geralds es el Geralds, un bar con personalidad propia que la sientes nada más cruzar sus puertas.

De origen australiano, ha sabido encandilarnos desde el primer momento. Nació en Melbourne y por suerte instaló su segunda sede aquí, en San Sebastián.

La comida increíble. Buen producto, buena presentación y una camarera que nos atendió con una sonrisa, sí, lo sé, es de agradecer, y a mí es que la comida me sabe mucho mejor si me la sirven amablemente y con ganas.

Para compartir pedimos salmón marinado por ellos. Estaba tan bueno que tuvimos pedir otra ración y contenernos para no pedir una tercera. Después, como plato principal, disfrutamos de un steak tartar y magret de pato, los dos deliciosos, pero el steak tartar para quitarte el sombrero y sacar la servilleta.

 

De postre pedimos una tabla de quesos que cada cual estaba más bueno. Acompañados por las típicas tortas de aceite de Inés Rosales y alguna riquísima mermelada.

En definitiva, ¡todo de 10! De esas veces que sales de cenar con una sonrisa y pensando cuál va a ser la próxima vez que vuelvas.

Además, ponen buena música pinchada en vinilos y tienen cerveza artesana en sus cañeros, ¡todavía más puntos a favor!

Aupa Geralds!

Tarta de chocolate y cerveza negra

Esta tarta me entró por los ojos nada más verla y me pareció tan poco usual que me entraron todavía más ganas de probarla. Yo he seguido la receta de Delicious Martha porque la prepara de una forma muy sencilla y el resultado es perfecto.

Muchos seguro que torcéis el morro al escuchar la palabra cerveza en este postre, pero os aseguro que si la probáis cambiaréis de opinión nada más meteros el primer pedazo a la boca, y después no podréis parar de comer porque está increíblemente buena. Su sabor es espectacular y la textura súper esponjosa. La cerveza negra marida de maravilla con el chocolate o cacao puros y potencia su sabor, lo que hace que su uso sea un puntazo en esta tarta. (Vamos, que si os gusta el chocolate ya la podéis probar). Además, el queso crema que va sobre la tarta es la pareja de baile perfecta ya que crea el equilibrio ideal con la intensidad del pastel.

 * CONSEJO: Preparad cobertura de queso de más porque para cuando llega la hora de     colocarla sobre la tarta te habrás comido la mitad… 😉

En cuanto a la cerveza podéis usar la que queráis, siempre que sea negra. La típica es la Guinness pero yo en esta ocasión he utilizado la Keler Brown, una edición limitada que ha sacado la marca cervecera.

Aunque no os guste la cerveza estoy segurísima de que os va a encantar. Probad a prepararla y alucinaréis con su sabor,  y cuando vuestros amigos la prueben os querrán eternamente.

 

 

 

Q de GAZTA: el rincón quesero donostiarra

Amantes, apasionados y fanáticos queseros, ¡un tesoro ha abierto sus puertas en San Sebastián!

Hace poco descubrí una pequeña tienda en el barrio de Egia que sin duda se ha convertido en un indispensable de mi lista. Os hablo de Q de GAZTA, una tienda especializada en quesos, maridajes y menaje. Su corta vida todavía le hace pasar desapercibida, pero seguro que este rincón quesero poco a poco se hará un hueco entre nosotros. La podéis encontrar en la calle Egia 1, justo en frente de la Tabakalera.

  

Nada más entrar el queso asalta tus sentidos. Quesos de todas las formas y colores, ¡y qué olor! Quesos de todos los rincones: locales, manchegos, gallegos, ingleses, austriacos, franceses., italianos… ¡te apetece probar todos! Además, puedes encontrar unas mermeladas especiales perfectas para acompañar los quesos, vinos y varias cervezas artesanas que llevarán a otro nivel el momento de disfrutar de tus quesos. Y para los más detallistas tienen diferentes cuchillos para cada tipo de queso y otros tipos de menaje.

 Además es un regalazo, con el que quedarás como un señor, para alguien que le guste el queso. Que te pongan una tabla de quesos delante, con sus mermeladas y una botella de vino… ¡es un éxito asegurado! Puedes preparar una tabla a tu gusto y poder disfrutarla donde quieras. Yo escogí varios quesos y un par de mermeladas, y después en casa lo acompañé con un poco de vino y nueces. Lo demás ya os lo imagináis: un trozo de queso por allí, trozo de queso por allá, rebanada de pan, mermelada, más mermelada, un trago de vino para amenizar… ¡un deleite!

 

Y recordad que:  con queso, pan y vino se hace más corto el camino. 

Boniatos rellenos

Esta semana he preparado boniatos rellenos porque últimamente los veo por todos lados y he creado una versión a mi antojo, y como me han gustado tanto he decidido compartir la receta con vosotros. Necesitas bastante tiempo para prepararlos pero la receta no tiene ninguna complicación y quedan muy vistosos.

 

Los he rellanado de pollo porque me había sobrado un poco del asado y, ¡aquí se aprovecha TODO! Vosotros los podéis rellenar de cualquier cosa. Para completarlo le añadí un poco de guacamole por encima porque soy una fanática del aguacate en todas sus formas y colores, y por último un poco de salsa de yogur que le da un toque muy refrescante y agradable.

Ingredientes

  • 2 boniatos (o los que necesitéis)
  • 2 pechugas de pollo
  • Cebolla
  • Pimiento verde
  • Pimiento rojo
  • 2 dientes de ajo
  • 1 aguacate
  • 1 yogur
  • Tomate frito
  • Tomate concentrado
  • 1 limón
  • Sal
  • Pimienta
  • Pimentón
  • Tomillo
  • Orégano
  1. Asamos los boniatos a 180º unos 30´ tras partirlos por la mitad sin llegar abrirlos del todo.
  2. Rehogamos la cebolla, el pimiento y el ajo. Le añadimos 3 cucharadas de tomate frito y 2 cucharillas de tomate concentrado. Tras juntar todo sazonamos con la sal, pimienta, orégano, pimentón y tomillo. Podéis usar las especias que más os gusten.
  3. Añadimos el pollo previamente desmigado y lo dejamos 5 minutos a fuego medio para que se impregne con todos los sabores.
  4. Guacamole: aplastamos el aguacate con el tenedor y le añadimos zumo de limón y cebolleta picada. (este un guacamole bastante exprés pero para esta receta suficiente).
  5. Salsa de yogur: mezclamos el yogur con zumo de limón, sal, pimienta y perejil fresco. (podéis sustituirlo por cebollino o menta y también queda perfecto)
  6. Por último, rellenamos el boniato.

Os prometo que quedan buenísimos y además es un plato muy contundente. Ya estáis comprando boniatos para hacer los vuestros y tunearlos a vuestro estilo ¡Animaros!

PAN DE CEREALES Y SEMILLAS

El buen sabor a pan. ¿A quién no le gusta?

Llevaba tiempo queriendo hacer pan casero y como sé que no es nada fácil que salga bien he elegido una receta para panaderos principiantes de Gonzalo d´Ambrosio. En esta receta no se usa masa madre, el principal rompecabezas de mucha gente a la hora de hacer pan. Lo mejor, que es súper fácil y el resultado final sorprendente.

La verdad que estoy muy orgullosa con mi primer pan, y prepararlo es muy gratificante. Amasar con las manos, ver como crece la masa, como se dora la corteza… En el horneado no podía despegarme del horno para ver como crecía. Además, el olor que desprende…. ¡¡¡por favor!!! ¿Puede haber algo mejor?. He abierto la puerta de la cocina para que oliese a pan recién hecho por toda la casa.

Poco a poco iré preparando panes más complicados y con más variantes pero para empezar, no ha estado nada mal. Así que os animo a sacar vuestra vena panadera y que os pongáis como locos a preparar vuestro pan casero.

Como no me quiero repetir, y además Gonzalo lo explica tan bien, os dejo el link de la receta. Podéis salsear por su blog y veréis que tiene una infinidad de recetas súper sencillas y muy resultonas.

  

Dos rincones de Bayona

Yo solo te pido una cosa: que te apuntes el nombre de estos dos sitios para cuando visites Bayona. Te prometo que no te van a defraudar.

Un chocolat chaud s´il vous plaît!

El primero que se merece una visita en toda regla es la chocolatería Cazenave. ¡Un auténtico tesoro! Comenzó a preparar chocolates nada más y nada menos que en el año 1854 y hasta hoy ha sido el deleite de todos los que han tenido el placer de probarlo. Su producto estrella es el «chocolat mosseux», espumoso e intenso, te hace flotar desde el primer sorbo. Nosotros lo acompañamos con unas rebanadas de brioche, ¡qué brioche!. Casero y recién tostado, y como el brioche apenas tiene mantequilla, con más mantequilla untada por encima. ¡Espectacular! Y todo esto servido en unas tazas de porcelana auténtica y rodeado de esas vidrieras que tanto caracterizan al local. Da gusto ir a lugares donde cuidan todos los detalles con un cariño especial. Yo como no me pude resistir me compré una tableta de chocolate negro con naranja en su tienda que está repleta de bombones y tabletas de todo tipo.

  

Crêpe salée o sucrée?

Por otro lado recomiendo la crepería A La Bolée. Por cada visita a Bayona, un crepe que cae. Tiene tanto dulces como salados, así que si eres tan indeciso como yo, pruebas uno de cada y listo. Estamos acostumbrados a tomar crepes dulces pero los salados están realmente buenos.

  

Además, Bayona es precioso y perfecto para visitar en un día.  Piérdete por sus calles adoquinadas y disfruta de sus peculiares casas con entramados de madera y contraventanas de colores. Y por supuesto, ¡no te quedes sin tu chocolate ni sin tu crepe!

  

  

 

ROSCÓN DE REYES

Esponjoso por dentro, dorado por fuera. Seco o relleno, no importa. Para mí el rey de los dulces navideños. El roscón de reyes es una maravilla. Untar y volver a untar en leche, un trozo, otro trozo, y otro… y así hasta reventar. Hacer roscón casero es una forma de asegurarte que vas a comer un buen roscón y además es realmente satisfactorio. Encima, poder presumir de roscón al servirlo en la mesa también está muy bien.

Su preparación no es difícil pero tiene su aquel. Una de las cosas que he aprendido al hacer roscón es que la prisa y las masas no hacen una buena pareja. Para que la masa sea esponjosa, de esas que se derriten en la boca, es muy importante darle el tiempo necesario a la levadura para que trabaje y despierte, así que, ¡paciencia!

Esta vez he seguido la receta de Iban Yarza, un gurú del mundo del pan. Es una delicia verle trabajar y escuchar sus consejos. Tuvimos la suerte de poder verle preparar roscón casero en el programa de David de Jorge.  ↵ (pincha para ver la receta).

Yo tengo que confesar que he fracasado varias veces a la hora de hacer roscón, pero como dicen, ¡persiste y vencerás! Una vez comimos roscón cuadrado, eso sí, de sabor buenísimo. Os animo sin dudarlo a hacerlo en casa, una vez que pruebas repetirás todos los años, y es que el cariño se nota cuando lo comes.

Os dejo algunas fotos del proceso y el vídeo de la receta para que no os perdáis ningún detalle.

 

 

GALLETAS DE JENGIBRE Y MIEL

Recuerdo la primera vez que probé estas galletas… fue empezar a comer y no parar. Crujientes, delicadas y con un toque especiado… ¡otro nivel!. Lo mejor de todo es que son facilísimas de hacer y os prometo que están buenísimas.


Ingredientes

  • Harina: 300 gr
  • Levadura en polvo: 2 1/2 cucharaditas
  • Jengibre en polvo: 1 cucharada
  • Canela molida: 1 1/2 cucharaditas
  • Nuez moscada molida: 1/2 cucharadita
  • Sal: Una pizca
  • Mantequilla: 115 gr
  • Azúcar moreno: 150gr
  • Esencia de vainilla: 1 cucharadita
  • Miel: 2 cucharadas

Pasos a seguir

  1. En el cuenco mediano pon la harina, la levadura, el jengibre, la canela, la nuez moscada y la sal, y mézclalo todo.
  2. En el cuenco grande bate la mantequilla, el azúcar moreno y la vainilla. Después añade a esta mezcla el huevo y la miel, y vuelve a batir.
  3. Añade la harina y mezcla hasta unir todos los ingredientes. Divide la masa en dos, forma un disco plano con cada mitad, envuélvelos el papel film y ponlos a reposar en la nevera 1 hora.                                                                                                                                                                    
  4. Precalienta el horno a 180º.
  5. Espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina y coloca uno de los discos encima y espolvorea la parte superior de la masa.
  6. Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 6 mm.
  7. Ahora toca darle forma a las galletas. Si tienes moldes para galletas estupendo, sino puedes hacerlo con la parte superior de un vaso para hacerlas redondas. Repetir el proceso con la otra mitad de la masa. ¡¡No olvides aprovechar los restos!! Con los bordes sobrantes de la masa vuelve a hacer una bola y haz más galletas.
  8. Colócalas en la bandeja del horno con una separación de 2,5 cm entre cada galleta. Prepara previamente la bandeja untándola con mantequilla o cubriéndola con papel de horno.
  9. Hornearlas durante 10-12 minutos.
  10. Dejarlas enfriar sobre un rejilla.
  11. Por último, decóralas a tu gusto. Yo lo hice con chocolate y azúcar glass.

Tenéis que comprobar por vosotros mismos el olor de estas galletas al hornearlas. ¡Una maravilla!

Espero que os animéis a hacerlas y os gusten tanto como a mí.

 

TRUFAS DE CHOCOLATE DE MUERTE

Yo siempre he dicho que si os encontráis con alguien al que no le guste el chocolate… ¡ojito! esa persona no es de fiar.

Las trufas son una idea estupenda como postre navideño como variante de los turrones, mazapanes y polvorones de toda la vida.

Yo he seguido la receta (con alguna pequeña modificación) de Anna Olson,  una de las mejores reposteras del universo, de esas profesionales que da gusto ver trabajar. Hacer trufas de chocolate no es nada complicado, pero sí laborioso. Así que, ¡tened paciencia si os decidís a hacerlas!

Ingredientes

  • 400gr de chocolate para fundir (200gr para la ganache-200gr para la cobertura)
  • 200ml de nata para montar
  • Licor de naranja (o vuestro licor preferido)
  • Extras: pistachos, cortezas de naranja (o cualquier adorno que queráis)
  1. Poner 200ml de nata a calentar en un cazo. Cuando esté a punto de hervir, verter sobre los 200gr de chocolate troceado previamente. Mezclar hasta que se funda.
  2. Si queréis que algunas lleven licor (yo he añadido de naranja) separáis parte del chocolate y le añadís el licor que queráis. Reservar ambas mezclas en la nevera. Yo recomiendo que esté una noche entera para que después sea más fácil manipularlo al darle forma, aunque con 3-4 horas es suficiente.
  3. Cuando la mezcla esté fría damos forma a las trufas con las manos y volvemos a reservar en la nevera.
  4. Fundir 200gr de chocolate para la cobertura de las trufas. Después las sumergís en el chocolate fundido y las colocáis sobre una rejilla para que escurra el chocolate sobrante. Debajo colocáis otra bandeja con papel de horno para no manchar.
  5. El toque final para que queden de exposición es adornarlas. Yo a las que llevan licor de naranja les he añadido unas virutas de corteza de naranja, a otras virutas pistacho y al resto unas finas tiras de chocolate por encima.

Podéis adornarlas como veáis, con almendras, cacao en polvo, fideos de chocolate… esto ya es al gusto del consumidor.

Yo os aseguro que si las preparáis vais a triunfar ante vuestros amigos o familiares. Ahora es tu turno. Cualquier duda o sugerencia que tengas no dudes en compartirla.

Así son las de Anna Olson y así me han quedado a mí. Creo que esta vez apruebo más que de sobra.

  

PIZZA CASERA DE CALABACÍN Y TOMATES SECOS

Hay pizzas, y PIZZAS.

¿A quién no le gusta una buena pizza casera? Eso sí, la masa hecha en casa, y no seáis vagos que su dificultad es nula. Basta con añadir en un bol ingredientes tan poco comunes como 400gr de harina, 200ml de agua, 2 cucharadas de aceite y una pizca sal, y amasar hasta que quede una masa homogénea. Dejamos que repose 15 minutos y después vamos estirándola con un rodillo hasta conseguir el grosor deseado.

El tomate si es natural mejor y, como en invierno los tomates no están en su esplendor yo he usado tomate natural de lata. Para darle un poco de alegría he sofrito cebolla y ajo, después le he añadido el tomate, sal, un poco de azúcar y, si te gusta, le puedes agregar orégano para darle ese sabor tan característico de la pizza.

 

Y a partir de aquí solo queda montar la pizza. Yo en este caso he utilizado calabacín, mozzarela, queso brie, jamón, tomate seco, cebolla morada y huevo.

Si queréis que la yema os quede líquida, no añadáis el huevo desde el principio. Hornear el resto de la pizza, pasados 7-8 minutos añadís la clara, y cuando veáis que la pizza está casi lista le añadís la yema. Con 2 minutos adicionales es más que suficiente.

He aquí el maravilloso resultado. El momento en el que partes la yema y se esparce con el resto de la pizza es espectacular. Y ya cuando la pruebas es otro nivel.  Una pizza que te garantiza el éxito.  Yo he tenido que pelearme para quedarme con el último trozo…

¡Espero que os haya gustado y os animo a que la probéis por vuestra cuenta!